Históricamente y desde su aparición, los medios masivos de comunicación han sido empleados con algún fin desde sectores privados y públicos, y en los que siempre se ha disuelto el concepto de poder.El medio -como instrumento- ha servido para propagar y reproducir ideologías diferentes en forma de valores, testimonios, opiniones. Cual en un circuito económico, la producción, circulación y consumo de mensajes mediales ha posibilitado una mayor o menor influencia sobre los sectores sociales.
Así, por ejemplo, la hoja del journal que se imprimía en el XVIII equilibró el espíritu de empresa con las ideas liberales y románticas. Por su parte, La Gazeta, de Moreno también fue utilizada como tribuna política. La radio, en tiempos de guerra, sirvió como una excelente aliada en la contención de las masas. El salto cuantitativo y cualitativo que suponen la televisión y las nuevas tecnologías hablan de una nueva forma de intromisión de la esfera pública en la esfera privada.
Hoy, la dominación ideológica desde los medios no ha decaído, sino todo lo contrario: el escenario político y de discusión pública pasan -casi exclusivamente- por la prensa, la radio, desde luego,por la televisión y cada vez más por Internet.
El escenario de la vida pública y política son presentados casi con exclusividad por los medios de comunicación.
Son los medios,, cada vez más los que construyen la legitimación del poder, procesan y definen identidades e imaginarios; en resumen: ayudan a guiar determinada opinión pública.
Y si seguimos con las caracterizaciones de los medios como formadores de opinión, podemos agregar que:
• hoy ganan el entretenimiento y la mediatización de la política y la justicia
• desde las tribunas mediales se trivializan los asuntos públicos
• se simplifica el tratamiento de los hechos, bajo el justificativo de la celeridad y la instantaneidad.
Francisco Javier Barranco Saiz (Marketing político y electoral) describe que desde la implantación masiva y consecuente uso generalizado de Internet, exponente máximo de las nuevas tecnologías, las conductas y los hábitos de los ciudadanos, en general, se han visto modificados intrínsecamente. Internet lo ha cambiado todo. Podemos afirmar que la red ha alterado la lógica del marketing en varios sentidos, pero principalmente en todo lo relacionado con el acceso a la información o, mejor, con la sistemática de la comunicación en general.
Gracias a las posibilidades que ofrecen las TIC la información llega de forma inmediata y a una audiencia más amplia, compitiendo de esta forma con los medios de comunicación tradicionales.
Podemos comprobar que se está produciendo una transformación del denominado modelo “broadcast”, del que forman parte las radios, las televisiones y la prensa escrita, por el modelo “web” que permite generalizar tanto la producción como la distribución de la información.
Las redes sociales son auténticas comunidades de potenciales votantes que juzgan a la institución, a los candidatos y a los programas; que facilitan la difusión masiva de mensajes y la recomendación o crítica de aquéllos. Son el “boca a boca” de la era digital. Este “boca a boca” virtual aprovecha las nuevas formas de comunicación del ciudadano. Desde el envío de correos electrónicos en los que indican sus opiniones concretas, hasta la participación en chats, en blogs o en las páginas de opinión agregadas para verter sus evaluaciones.
Los partidos políticos tendrán que aceptar las reglas que establecen el universo de redes sociales y la blogosfera, así como las de este nuevo y exigente ciudadano en red.
Para ampliar esta información a través del siguiente ensayo: Opinion Publica





